Cuatro pasajeros desembarcados de un vuelo de American Airlines en San Pablo tras intento de acceso a la cabina
Se revelaron nuevos detalles sobre un incidente ocurrido el pasado jueves 24 de abril en un vuelo de American Airlines, donde una pasajera fue contenida tras intentar acceder a la cabina de mando.
El vuelo AA950, que cubría la ruta entre el Aeropuerto Internacional de Guarulhos (GRU) en San Pablo y Nueva York (JFK), experimentó una demora inicial de 30 minutos. Este retraso se originó por condiciones meteorológicas que obligaron a un cambio en las cabeceras operativas del aeropuerto y al reordenamiento de la secuencia de despegues y aterrizajes.
Según la información proporcionada por un pasajero a bordo, la conflictividad no comenzó con el intento de ingreso a la cabina, sino previamente. Una pasajera, visiblemente molesta por la demora, se dirigió al galley (cocina) trasero del Boeing 787 mientras la aeronave realizaba el rodaje desde la Terminal 2 hacia la cabecera 28R. En ese lugar, increpó a uno de los tripulantes de cabina respecto al retraso. Testigos a bordo relataron que la discusión se tornó acalorada, incluyendo gritos e insultos por parte de la pasajera.
De acuerdo a lo reportado por nuestro medio asociado Aeroin, además de la confrontación verbal, la pasajera incumplía la normativa de seguridad que exige permanecer sentado durante el desplazamiento de la aeronave en tierra. Ante la aparente falta de control y el incumplimiento de las indicaciones, el tripulante de cabina comunicó la situación al comandante, recomendando el desembarque de la pasajera por motivos de seguridad.
El comandante aceptó la recomendación y ordenó el regreso de la aeronave a la terminal. El Boeing 787 realizó un giro cuando ya se encontraba cerca de la cabecera 28R y retornó hacia la Terminal 3. El motivo del regreso se anunció a través del sistema de altavoces del avión. Al percatarse de que su comportamiento era la causa de la vuelta a la puerta de embarque, la pasajera se levantó de su asiento e intentó aproximarse a la cabina de mando con la intención de hablar con el piloto. En ese instante, fue interceptada y contenida por miembros de la tripulación de cabina.
Durante este suceso, otro pasajero, que ocupaba el asiento 1D y que, según los informes, no tenía relación previa con el incidente, intervino de manera vehemente. Le gritó al tripulante que contenía a la mujer, exigiéndole que se detuviera e incluso utilizando su nombre, que aparentemente había averiguado al inicio del vuelo.
Esta acción de interferir con los procedimientos de seguridad llevados a cabo por la tripulación se consideró inapropiada. Como resultado, se determinó el desembarque no solo de la pasajera que originó el conflicto y su acompañante (presumiblemente su marido), sino también del pasajero del asiento 1D y su esposa. En total, cuatro pasajeros debieron abandonar el avión.
El retorno a la terminal y el proceso de desembarque de los cuatro pasajeros incrementaron la demora total del vuelo AA950, que finalmente partió hacia Nueva York con un retraso acumulado de 2 horas y 30 minutos.
Consultada sobre el evento, American Airlines emitió un comunicado indicando que "el jueves 24 de abril, el vuelo 950 de American Airlines, que operaba la ruta de São Paulo (GRU) a Nueva York (JFK), regresó a la puerta antes de la partida debido a un problema de seguridad a bordo". La aerolínea añadió que "la seguridad y protección de nuestros clientes y miembros del equipo son nuestra máxima prioridad y agradecemos la comprensión de nuestros clientes".
Intentar acceder sin autorización a la cabina de mando constituye una falta grave a las normativas de seguridad aérea internacional. Del mismo modo, interferir con las funciones y procedimientos de la tripulación puede acarrear consecuencias para los pasajeros involucrados.
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